domingo, 11 de junio de 2017

LOS VIAJES INTERNACIONALES Y EL TURISMO III; EL TURISMO EN EL MOVIMIENTO MUNDIAL DE VIAJES Y TURISMO

En este último artículo de la serie analizaremos la participación real que tiene el turismo en el movimiento de viajes y turismo a nivel mundial, y corroboraremos con dicha información nuestra fundada presunción de que el turismo no ha alcanzado todavía los mil millones de turistas que menciona la OMT. Con dichos propósitos nos remitimos a la publicación de la citada organización titulada Panorama OMT del Turismo Internacional, edición 2016, y analizamos los reportes allí existentes sobre; Llegadas de turistas internacionales, Turismo receptor por motivos de visitas, y los Ingresos por concepto de turismo internacional. A continuación los comentarios y la conclusión sobre dichos análisis. Llegada de turistas internacionales, 2015 Bajo este título en la citada publicación se menciona textualmente; “El número de llegadas de turistas internacionales (visitantes que pernoctan) alcanzó en 2015 un total de 1.186 millones, lo que representa un aumento de 52 millones con respecto al año anterior”. Como se observa la OMT considera que todos los que llegan a un destino, porque pernoctan, son turistas. Este concepto es erróneo por cuanto la Comisión de Estadísticas de las Naciones Unidas en sus Recomendaciones Internacionales para Estadísticas de Turismo, establece claramente que para fines estadísticas la unidad de medida es el “visitante”, y no el turista, para contemplar en el a todas las personas que llegan a un destino independiente de su motivo de viaje. Al considerar la OMT a todos los visitantes como turistas esta sobre dimensionando el número real de turistas que se mueven a nivel internacional. Turismo receptor por motivo de visita, 2015 En la misma publicación al detallar los motivos de visita del turismo receptor, especifica que; “Los viajes por vacaciones, esparcimiento u otras formas de ocio, representaron algo más de la mitad del total de las llegadas de “turistas internacionales” (53% o 632 millones)”. Pero dice algo más; “alrededor del 14% de los “turistas internacionales” indicaron que viajaban por negocios o motivos profesionales, mientras que el 27% manifestó hacerlo por otros motivos, tales como visita a amigos y familiares, razones religiosas o peregrinaciones, tratamiento de salud, etc. El 6% restante no especificó los motivos de su visita” Visto la información que se brinda sobre los motivos de visita del turismo receptor, que considera llegadas de “turistas internacionales”, no hay duda alguna de la confusión que generan los reportes de la OMT sobre las estadísticas del turismo mundial. Porque sobre este aspecto en particular la misma Comisión de Estadísticas de la ONU en sus recomendaciones aclara específicamente que el motivo principal del viaje es el que determina si el mismo es turístico o no. Como de acuerdo a lo que dice la propia OMT en su publicación, que los visitantes cuyos motivos principales de viajes fueron turísticos son solo 632 millones, y el resto de ellos tuvieron otros motivos diferentes a los turísticos, no se pueda hablar entonces de la llegada de 1.186 turistas internacionales. Por lo que el número real de turistas internacionales en 2015 fue de 632 millones, y no 1.186 como reportó la OMT. Ingresos por concepto de turismo internacional, 2015 Con respecto a los ingresos por turismo internacional, en la publicación se menciona que los mismos representan el 7% de las exportaciones de bienes y servicios. Alcanzando la cifra de 1.260.000 millones de dólares. Pero vista la información anterior creemos firmemente que dichos ingresos corresponden en realidad al gasto efectuado por el total de visitantes, y no solo al de los turistas. Conclusión y reflexiones Este somero análisis muestra que el turismo sigue participando con un porcentaje que oscila entre el 50 y el 55% en el movimiento total de viajes y turismo a nivel mundial, tal como bajo el subtítulo “Participación del mercado vacacional en el mercado mundial de viajeros”, lo mencionáramos en nuestra obra Marketing estratégico de destinos turísticos tomando como referencia estudios realizados en 2007, también basados en estadísticas de la OMT. Dado el incremento que han registrado las cubres, foros y reuniones de todo tipo, y el aumento de los viajes de negocios como consecuencia de la globalización de los mercados, estimamos que el turismo seguirá manteniendo los porcentajes de participación mencionados anteriormente. En cuanto a la información que se reporta sobre los ingreso, todo hace pensar que si el número real de turistas es de 632 millones y no de 1.186 millones, dichos ingresos corresponderían en realidad al gasto total de los viajeros y no al de los turistas como se informa. Todo lo cual fortalece nuestra firme presunción de que la información estadística que se difunde sobre el turismo internacional no es veraz, y que por lo tanto este no tiene la significación económica que se le asigna a nivel mundial. Pensamos que se trate de un error de interpretación de las Recomendaciones Internacionales para Estadísticas de Turismo de las Naciones Unidas (Doc. Serie M N° 83/Rev.1.) que la OMT ha convenido acatar. Puesto que si fuera una conducta deliberada sería inaceptable desde el punto de vista ético. Podría aducirse que la OMT compila los reportes estadísticos que les envían los países y eludir responsabilidad, pero es una organización creada por los propios Organismos Nacionales de Turismo de esos países y por lo tanto tendría que asegurarse que los mismos se ajusten también a las recomendaciones para estadísticas de turismo de las Naciones Unidas. Porque de no ser así, y los países estuvieran reportando a todos los visitantes que reciben como turistas, estarían infligiendo las citadas recomendaciones de la ONU y la información del número de turistas que reciben sería engañosa.

miércoles, 7 de junio de 2017

LOS VIAJES INTERNACIONALES Y EL TURISMO II: TURISMO MÉDICO, ¿OTRA MODALIDAD INEXISTENTE?

Otro aspecto a comentar sobre los viajes internacionales es el que tiene que ver con la denominación de “Turismo médico” que se le ha dado a la afluencia de personas que llegan a un destino en búsqueda de atención médica. Modalidad de turismo que no existe en realidad, puesto que el turismo es una manifestación de la conducta social que tiene lugar en el tiempo libre de las personas y que como tal, constituye una de las denominadas actividades del ocio. La atención médica no tiene lugar en el tiempo libre ni forma parte de dichas actividades, sino que es una actividad que las personas tienen que realizar en el denominado “tiempo psicobiológico”, llamado también tiempo de vida o tiempo vital, por lo que no constituye una de las actividades del ocio. Las personas que viajan por motivos de salud y atención médica por tanto no son turistas sino “pacientes”, como veremos en los breves antecedentes que se exponen a continuación. Antecedentes Los viajes por motivos de salud y atención médica existían ya mucho antes de que surgiera lo que hoy conocemos como turismo a mediados del siglo XVII. La historia cuenta que en la antigüedad se registraban ya importantes desplazamientos de viajeros hacia los Santuarios de la Antigua Grecia para obtener los efectos benéficos de los baños termales, especialmente de aguas sulfurosas, y mejorar así su salud. El más grande e importante de estos santuarios era el de Epidauro, en el Peloponeso. Cuenta también de la existencia de desplazamientos de personas hacia hospitales en búsqueda de diagnóstico y atención médica para la cura de sus enfermedades. Y destaca los primeros hospitales creados con ese fin por el sentido social que los caracterizaba: el Adudi en Bagdad fundado en 981, Nuri en Damasco en 1154, y el Mansuri en 1284 en El Cairo, reconocido éste último como el hospital más grande y más completo creado para servir a todos los que necesitaban de cuidados médicos, desde el rey hasta los más pobres, sin excepción alguna. Contaba con salas separada para mujeres, quirófano, farmacias, biblioteca y varias salas para conferencias, y los servicios que ofrecían eran gratuitos Lógicamente en esa época a dichos viajeros no se les llamaba turistas, eran en realidad “peregrinos”, o en su caso “pacientes”. El término turismo tal cual lo conocemos en la actualidad, aparece por primera vez en Inglaterra recién a mediados del el siglo XVII, y el motivo que da origen a esta actividad es de índole educacional, y no por razones de salud o de tratamiento médico. El “turismo médico” es un concepto relativamente nuevo que comienza a desarrollarse alrededor de los años 80. Se trata en realidad del turismo que la OMT denomina “turismo de salud”, pero que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OECD) decidió sustituir la palabra “salud” por la de “médico”, y lo definió como: “La práctica de viajar a un destino diferente al de residencia para obtener tratamiento médico, a la vez que se visita al destino y se realizan actividades más propias de un turista”. Desde entonces se comenzó hablar a nivel internacional de un “turismo médico” Ahora bien, como el gasto que realizan quienes viajan con ese propósito en los servicios médicos que reciben y en el consumo que realizan en el lugar de destino genera importantes ingresos, desde una perspectiva económica personas y organizaciones no familiarizadas con el turismo lo asocian con éste y lo llaman “turismo médico”, y hasta hablan de una industria médica cuando es bien sabido que la atención médica forma parte del sector servicio en la economía. Pero lo cierto es que el turismo médico, al igual que el turismo de negocios, carece de fundamento científico, puesto que la atención de las enfermedades es una actividad propia del denominado “tiempo vital” o de vida, que es el tiempo empleado por las personas para satisfacer sus necesidades psíquicas y biológicas básicas (sueño, higiene, nutrición, sexualidad, etc.), y para la atención de enfermedades. Como lo mencionáramos al inicio de este artículo, el turismo tiene lugar en el tiempo libre y como tal forma parte de las llamadas actividades del ocio, y la atención de enfermedades no tiene lugar en ese período de tiempo, ni forma parte de dichas actividades. Desde nuestro punto de vista por tanto, no se puede hablar de un “turismo médico” porque sencillamente no existe tal modalidad de turismo. Conclusión y reflexiones Las personas cuyo principal motivo de viaje a un país distinto al de su residencia habitual es la atención y tratamiento médico son en realidad “pacientes”, aunque en el país visitado puedan realizar algunas actividades que son propias de los turistas. La razón por la cual a estos viajes, desde una perspectiva económica, se les ha llamado turismo médico radica en el hecho de que el gasto que realizan en los servicios médicos que reciben y el consumo que realizan en el país visitado durante su estancia, al igual de lo que sucede con el gasto de los turistas, generan importantes ingresos para la economía del mismo. Para que se pueda tener una idea al respecto basta decir que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), entidad que acuño el término de turismo médico con el cual se identifica a esta actividad, estima que el misma genera ingresos que se sitúan entre los 40 mil y los 60 mil millones de dólares al año. Lógicamente esto ha despertado el interés, no solo de los países sino también de los inversionistas por la promoción de este lucrativo negocio. México por ejemplo, favorecido por su cercanía a los Estados Unidos y Canadá, es el país líder en Latinoamérica que más capta ingresos por este concepto. En 2016 reportó 3.277 millones de dólares, y estimaba que en 2017 dichos ingresos llegaran a la suma de 3.691 millones. Con un crecimiento anual estimado de alrededor del 7.3 %. Varios países de la región entusiasmados por los beneficios económicos que brinda la prestación de servicios médicos, han encarado también acción para la promoción de esta actividad, contemplando incluso el desarrollo de “clusters médicos” con el propósito impulsar la inversión privada en la prestación de servicios médicos y poder sacar asi una tajada en este lucrativo negocio. La verdad es que los Organismos Nacionales de Turismo carecen de facultad para aplicar sus actos de autoridad sobre los hospitales, clínicas y sanatorios que son los que brindan servicios médicos en sus países, ni para calificar la competencia profesional o no del personal que brinda dichos servicios. Aspectos estos de exclusiva competencia de las Autoridades de Salud Pública. Las personas que llegan a los países por razones médicas en nuestra región lo hacen en realidad por dos motivos principales; el costo de los servicios, que es el caso de México, o por la calidad de los servicios que brindan las instituciones y el personal que en ellas se desempeñan, como sucede en Cuba, y no por la promoción que realizan los organismos de turismo. Estos no pueden ni deben por tanto considerar la llegada de viajeros en búsqueda de atención médica como éxito de su gestión, puesto que como se ha visto su motivo principal de viaje no es turístico. Tienen que considerarlos visitantes, tal como lo indica las Naciones de Unidas en sus Recomendaciones Internacionales para Estadísticas de Turismo, y no como turistas. En el próximo artículo analizaremos la estructura del movimiento total de los viajes y turismo a nivel mundial, y haremos los comentarios que estimamos convenientes al respecto.