miércoles, 31 de mayo de 2017

LOS VIAJES INTERNACIONALES Y EL TURISMO I: ¿EXISTE EN REALIDAD EL TURISMO DE NEGOCIOS?

El tema que nos ocupa en esta oportunidad son los viajes de negocios los cuales con frecuencia son considerados como “Turismo de negocios”, por el hecho de que la OMT en su definición de turismo incluye a los negocios como uno de los motivos de viaje turísticos. En efecto, el citado organismo define al turismo “como el conjunto de actividades que realizan las personas a lugares distintos de su contexto habitual por un período inferior a un año, con propósito de ocio, negocio y otros motivos” Desde nuestro punto de vista se trata de un concepto erróneo del turismo. Los viajes de negocios nunca tuvieron, ni tienen, como motivo principal el ocio o las vacaciones. De hecho los negocios son una negación del ocio, por lo que a nuestro entender el “Turismo de negocios” no existe como tal. No es necesario remontarnos a los antecedentes remotos de los viajes de negocios para demostrar que estos han tenido siempre un fin lucrativo y no de ocio o vacaciones. Pensamos que lo que corresponde en este caso es centrar nuestra atención en lo que dicen los estudios científicos del turismo, porque los mismos permitirán corroborar nuestra aseveración al respecto. Qué dicen los estudios científicos del turismo Si bien es cierto que los estudios científicos del turismo comienzan en la Escuela Berlinesa después de la Primera Guerra Mundial, no es sino hasta 1942 cuando los profesores Walter Hunziker y Kart Krapf brindan una definición del turismo que logra una aceptación generalizada entre los expertos, y que llega a ser adoptada por la Asociación Internacional de Expertos Científicos del Turismo (AIST). Los mencionados profesores definieron al turismo de la siguiente manera: “Turismo es el conjunto de relaciones y fenómenos que se producen como consecuencia del desplazamiento y estancia temporal de personas fuera de su lugar de residencia, siempre que este no esté motivado por razones lucrativas” Como se puede observar, desde que se logra una aceptación generalizada del turismo, se establece que los desplazamientos turísticos no tienen un propósito lucrativo. Estudios posteriores efectuados tanto por los científicos como por los empíricos que se han ocupado de analizar la problemática del tiempo libre y el ocio en la sociedad, han dado más luz a lo que se establece en la definición dada por los citados profesores. Por lo que a los efectos del tema que nos ocupa nos remitiremos a los estudios realizados por F. Munné (1980), reconocida autoridad en el tema, quién menciona en su obra Psicosociología del tiempo libre; Un enfoque crítico” que el llamado “tiempo social” está compuesto por cuatro tipos de tiempos diferentes; el tiempo vital o de vida, el tiempo socioeconómico, el tiempo sociocultural, y el tiempo libre. De ellos nos referiremos aquí concretamente al “tiempo socioeconómico”, y al “tiempo libre”, que son los que nos interesan en este caso. El primero porque es un tiempo condicionado por la necesidad del sustento económico y los principales motivos de los viajes que tienen lugar en el mismo son de “trabajo”, y el segundo porque se trata de un tiempo en el cual predomina la libertad de acción sobre la necesidad, y las actividades que lo caracteriza son autocondicionadas. Y es precisamente en este tiempo en que tienen lugar las llamadas actividades del ocio de las cuales el turismo forma parte, por lo que los principales motivos de viaje en el mismo son el ocio y las vacaciones. Mayores detalles sobre las actividades del ocio que tienen lugar en el tiempo libre la brindan los sociólogos N. Elias y E. Dunning (1986), quienes en su obra Deporte y ocio en el proceso de la civilización clasificaron dichas actividades en lo que llamaron El espectro del tiempo libre, y efectuaron un pormenorizado detalle de las mismas, ubicando entre las actividades recreativas a los “viajes vacacionales”, los cuales describen como una actividad des-rutinizadora y multifuncional, dado que pueden ser “turísticos” y “recreacionales” a la vez. Lo expuesto explica entonces porque aseveramos que el turismo de negocios no existe como tal. Pensamos por tanto que no es necesario extendernos más sobre el asunto y pasar a algunos comentarios que estimamos convenientes al respecto. Conclusión y reflexiones Como lo mencionáramos, a nuestro entender el “turismo de negocios” no existe en realidad. Carece de sustento científico, puesto que los principales motivos de viaje de quienes viajan por negocios tienen que ver con asuntos relacionados con sus actividades profesionales o la participación en eventos relacionados, y no con motivos turísticos. Razón por la cual los viajes de negocios tienen lugar en el tiempo de trabajo y no en el tiempo libre de que puedan disponer los viajeros. Decir que quienes viajan por motivos de negocios son turistas por el hecho de que se alojan y consumen igual que los turistas, es engañoso porque confunde y hace creer algo que en realidad no es cierto. Lo cual sería inaceptable desde el punto de vista ético si fuera una conducta deliberada. Pero preferimos pensar que se trate de un error puesto que al no tenerse en cuenta los motivos principales de viaje, todos los visitantes se consideran turistas y en los reportes de estadística de turismo son contabilizados como tales. Si se analizan los motivos que dan origen a los viajes de negocios es posible comprobar que los mismos no son turísticos, y confirmar así muestra aseveración de que el “turismo de negocios” no existe como tal. Los viajes de negocios constituyen en realidad una parte del conjunto total de todos los “viajes y turismo” que se registran a nivel internacional. Para que se pueda tener una idea de la significación de estos viajes en el contexto mundial, mencionaremos que según un estudio realizado por el Centro Universitario Internacional de Negocios (OSTELEA), de España en 2015, en el período 2013-2015, los viajes internacionales por motivos de negocios representaron una media del 14% del movimiento mundial de viajes, frente al 53% que se realizaron por motivos de ocio y vacaciones. El gasto global en 2015 fue de 1.2 billones de euros, se estimaba que en 2020 alcance los 1.6 billones.* Dicho estudio reafirma también nuestra presunción de que las estadísticas que publica la OMT sobre el número de turistas que se registra a nivel mundial está sobre dimensionado, y no es veraz. •El turismo en España 2015, www.ostelea.com

1 comentario:

  1. Interesantes conclusiones a las que llega sobre las cuales surge también la interrogante sobre el hecho de que este tipo de viajes genera un consumo por concepto de transporte, alojamiento, alimentación, recreación, compra de artesanías,componentes todos del sistema turístico que se reflejan en cuenta satelital.
    Si bien el motivo principal no es el ocio y por el contrario es la generación económica ésta es la consecuencia del viaje puesto que el ingreso económico no se produce en ese momento sino en raras ocasiones tomando en cuenta que las normativas laborales locales tienen sus restricciones muy claras al respecto.


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