domingo, 23 de abril de 2017

CLASIFICACION HOTELERA Y COMPETITIVIDAD DEL DESTINO II: ACCIONES PARA EL MANTENIMIENTO DE LA COMPETITIVIDAD

Como lo mencionáramos en nuestro artículo anterior, el destino turístico puede llevar a cabo ciertas acciones tendientes al mantenimiento de la competitividad de su oferta hotelera. Algunas de las acciones que pensamos que el destino puede tomar con ese propósito, son las siguientes: 1. COMPROBAR PERIÓDICAMENTE LA COMPETITIVIDAD DE SU OFERTA HOTELERA Dicha comprobación puede efectuarse mediante: a) Monitoreo de los estándares de la calidad y precios de los hoteles de los destinos competidores de la región, y divulgando esa información entre su hoteles a través de la asociación local que los agrupa. b) Verificando que los hoteles del destino mantengan, de acuerdo con la categoría que ostentan, estándares similares, o mejor aún, superiores a los hoteles de los destinos competidores de la región. Si los hoteles no tienen estándares similares a los de los destinos competidores, estarán en desventaja y su poder competitivo se verá seriamente afectado, y por ende, la competitividad del destino. 2. PROMOVER UN CÓDIGO DE ÉTICA ENTRE LOS PRESTADORES DE SERVICIOS Dicho código de ética debiera establecer pautas de conducta cuyo cumplimiento constituya una verdadera garantía de la calidad que ofrecen en sus servicios, y reduzca así el riesgo recibido en la contratación de los mismos por parte de los turistas. Las pautas a considerar en tal caso debieran ser: a) Ofrecer productos y servicios cuya calidad satisfaga las necesidades y requerimiento de los turistas. b) Proteger la salud y la seguridad de los turistas en los establecimientos. c) Fijar precios que sean razonables y proporcionales a la calidad ofrecida. d) Brindar atención y soluciones oportunas a los reclamos de los turistas. Pautas de conducta a las que debieran ajustarse todas las empresas que brindan servicios turísticos en el destino, ya que las mismas responden a principios éticos reconocidos y ampliamente aceptados en el mundo de los negocios, y por supuesto en el mundo de los negocios turísticos. Ahora bien, si partimos de la premisa de que el plan de marketing del destino es un documento en el cual se especifican las decisiones adoptadas en relación a los mercados y los productos y servicios que se ofrecen en los mismos, así como su adecuación a las condiciones de competencia en las cuales serán promovidos y comercializados, los productos y servicios que ofrecerá el destino contarán con poder competitivo frente a las ofertas de los destinos competidores, y su gestión en la promoción de la oferta del lugar será exitosa. Pero si el destino carece de un plan de marketing que tenga objetivos claros, estrategia definida y acciones específicas para el logro de dichos objetivos, lo cual sería una grave omisión, y se limita a la realización de campañas promocionales desconociendo la situación de su oferta en los mercados, y sin concertar previamente con los prestadores de servicios del lugar las acciones a desarrollar en los mismos, ni coordinar con estos su ejecución, difícilmente tendrá éxito en su labor. En las condiciones actuales se debe prestar una especial atención a todos aquellos factores que pueden afectar la competitividad del destino, por lo que deben desarrollarse programas tendientes a la mejora continua de los productos y servicios actuales, mantener la calidad de los mismos, y fortalecer la capacidad competitiva de las empresas del sector. Los planes de marketing se han convertido por tanto, en el instrumento esencial para poder integrar y encauzar los esfuerzos del destino en pro de la promoción y comercialización de su oferta. AVANCE DEL LOS PRÓXIMOS ARTICULOS: GESTIÓN MUNICIPAL DEL TUYRISMO

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